Eje Horizontal


De acuerdo al desarollo ideal para el docente universitario planteado en el IDP, ¿dónde estamos?, ¿a dónde queremos llegar?.

7 comentarios:

Thelma dijo...

Tensión entre los dos ejes

No cabe duda de que la escuela tiene profesores abiertos, amigables y accesibles. La consejería es una de nuestras fortalezas. Quizás deberíamos trabajar un poco en ser “más deseables”.
Todos somos tutores, pero Mentor es un título que nos ganamos. Para conseguirlo el alumno tiene que admirarnos.
¿Puede existir admiración cuando los alumnos sienten que pueden hacer con sus profesores lo que quieran en nombre de la “amistad”? ¿Les estamos dedicando el tiempo que necesitamos para producir, escribir libros, investigar, dar conferencias… para que ellos nos admiren?
No hablo de admiración en el sentido egoísta. Todo lo contrario, se trata de darles a los alumnos lo que realmente necesitan.
Siempre existe la tensión entre lo que los alumnos quieren y lo que necesitan. Necesitan de nuestro conocimiento, de nuestra experiencia y de nuestros contactos. Aunque en el momento pareciera que se conforman con el profe/fa buena onda que no les exige demasiado.
Sería egoísta de parte nuestra sólo darles nuestra amistad, un verdadero mentor es para siempre. Cuando los alumnos egresen y trabajen en proyectos desafiantes sabrán que pueden contar con nosotros para que les sigamos dando consejos en la vida laboral, serán nuestros alumnos parte de nuestra red de amigos, quizás nos inviten a dar conferencias y a tener experiencias que nunca imaginamos.
No estoy criticando a nadie, este comentario me lo dedico….jajajaja!
Un mentor es para siempre.brew

Evelyn dijo...

Algo que he notado claramente en nuestra escuela es que los alumnos están deseosos de ser escuchados y atendidos en forma individual. Este semestre que pasó decidí comenzar a observar, no sólo ver o mirar, sino observar... entonces noté que no es difícil darse cuenta de que algo "anda mal".
La primera vez que me acerqué a alguien le hablé del repentino cambio de personalidad por la que estaba atravesando, no esperaba su sorpresiva apertura, mucho menos el gran problema familiar que estaba viviendo a distacia.
Los muchachos desean que les preguntemos: Hola cómo estás? pero no como un típico saludo; sino, quedarse ahí, esperando una respuesta sincera.
Sigo practicando "la observación" y continúo sorprendiéndome.
Les animo a los docentes a hacer la diferencia y creo que vamos por buen camino.

Univoz Radio dijo...

Creo que en este eje ya vertí mi opinión en la mañana, solo me quedaría considerar la necesidad de tener asambleas por carreras, cosa que faltó el semestre pasado, debido a que se notó la falta de comunicación y me llegaron a comentar algunos alumnos la necesidad de poder comunicarnos mas en un ámbito más particular, sin descontar las valiosas asambleas por escuela.
Este espacio debería ser considerado para que los alumnos propongan ideas, y nos retroalimentemos en cuanto a las actividades que planeamos como carrera y escuela

andradecapellanía dijo...

Eje Horizontal . . . ciertamente tenemos fortalezas muy destacables y que fomentan un buen ambiente entre alumnos y mentores, pero encuentro un gran desafío que nos confronta con el verdadero contexto de la supervisión y consejería en la vida escolar de los estudiantes, es decir, ¿cuanto se y cuanto identifico de las necesidades académicas del alumno y conociendo el manual del docente y de la carrera, lo puedo guiar y orientar para que tenga éxito en sus decisiones?, creo que en las academias debieramos repasar aspectos esenciales de nuestros manuales, para ser más efectivos y sensibles en el momento de ayudar.

Abel Márquez dijo...

En la reunión de hoy surgieron nuevas variables relacionadas al desarrollo de las competencias de los estudiantes. Además de las diferencias en las capacidades psicológicas e intelectuales que debemos detectar y atender, hemos resaltado las diferencias culturales (incluyendo religión, idioma, etc.), y las posibilidades de acceso a medios y soportes requeridos que también marcan una desventaja en el proceso de aprendizaje y que por lo tanto requieren de mayor atención a algunos estudiantes. Ahora Thelma enfatiza en los riesgos de una relación maestro-alumno que puede vulnerar la distancia requerida para mantener una ética profesional adecuada. No se si hacernos más deseables sea la palabra adecuada, pero si más profesionales, guardando la distancia, la prudencia. Somos una escuela de docentes jóvenes (me parece que ahora soy el más viejo. Solo después de Cuervo), y eso significa la fácil adaptación por afinidad de edades, gustos, tendencias, lenguajes, etc. Si bien es cierto que ese acercamiento nos ha regaladado una alta evaluación como mentores, es nuestra responsabilidad hacer nuestro trabajo desde una plataforma adecuada, para asegurar la calidad y no desmeritar el trabajo docente. Como coordinador he visto a uno o dos estudiantes que no solo se refieren al profesor como un par, sino que ponen en duda su capacidad y conocimiento. ¿Es justo?, no, pero en ocasiones esto es provocado de manera involuntaria por la ingenuidad. Es necesario buscar un balance entre el profesor, el mentor y el amigo, y establecer pautas que marquen diferencias claras entre las actividades y proyectos oficiales, y los sociales.

Thelma dijo...

Si, incluso en un momento de la reunión describimos al tutor ideal como un "amigo académico"... y todos nos reímos.

eunice Aguilar Aguilar dijo...

He leído los 6 comentarios y de todos aprendí que la clave que todos deseamos es un equilibrio entre el amor -que cuanto mas grande es la brecha generacional, más se asentúan las diferencias de persepción- con el deber que representa responsabilidad por el más pequeño, o desvalido pero el "deber" que tenemos de "educar" con responsabilidad, no solo en aras de la modernidad, pero de un evangelio que tenga congruencia en nuestra vida y que le de sustancia a nuestros alumnos que tienen la fuerza, la innovación y hasta el entusiamo, pero que carecen de la experiencia y madurez moral y espiritual para saber que es correcto o bueno para ellos y sus interlocutores audioviduales, la transversalidad debe fluir como una atmosfera, es una forma de vivir y el conocimiento debe llegar con el requerimiento necesario y profesional y la congruencia con la transversalidad de identidad espiritual que solo Dios capacita y pone en el corazón de cada quien.